
Un dia me escuche decirte, en uno de nuestros sueños, que me encantaba perder el tiempo contigo. Que arrepentida estoy.
Incluso sentia que me dabas valor para realizar ciertas cosas del dia a dia, me inspirabas. Crei tanto en ti, pense tanto en ti, que casi me olvido de creer y pensar en mi misma. Pense que juntos el mundo seria mejor, y asi me hice tuya. Me estrelle en tu planeta y me di duro en la cabeza. Ahora quisiera vomitar, comerte y vomitarte.
Un dia te escuche decirme mil cosas que imaginaba realidad. Luego desperte y supe que tenias razon cuando me llamabas tonta. Solo los tontos se arriesgan a competir con la costumbre.
No tiene sentido alguno pedirte que te quedes. Ahora siento asco de pensarnos, de pensarlos.